miércoles, 3 de septiembre de 2008

¿Qué fue de Lulú?


Santiago, enero de 1974
Querido padre:


Hacía tiempo que deseaba escribirte. Sé cómo te sentirás tan lejos y tan solo. Con mamá rezamos juntas por que estés bien.

Espero padre que no estés sufriendo y que esta carta, a pesar de su contenido, alegre un poco tu corazón, aunque sea durante el rato corto que te llevará su lectura.

Aparte de las cosas que nos atañen a nosotras, y que se desarrollan en forma regular; y a pesar de la terrible alteración que significa tu ausencia, te contaré algo que seguramente te va a doler mucho. Se refiere a la chiquilla esa que conocimos juntos y que nos hacía reír tanto. ¿ Te acuerdas? Aquella chica tan particular, que tú decías que tenía una inteligencia superior. Lulú, la del vestido rojo y los rizos largos. La amiga de Tobi.

Ella, padre, ha muerto. Dicen que se suicidó. Sí, padre. La pequeña Lulú se ha suicidado, eso dicen en el vecindario. No alcanzó a cumplir la mayoría de edad, a la que yo aspiro a llegar.

Bueno, padre, yo sabía que te ibas a entristecer; sólo agregaré que fue sepultada en el patio posterior de su casa y que fue aceptada post mortem en el Club de Tobi. Perdona que te haya dado esta noticia que aún no alcanzo a comprender.

Quisiera que estuvieras con nosotros para discutir y conversar acerca de las cosas raras del mundo, y también para que volvamos a reír juntos, aunque sea sin la compañía de la pequeña Lulú.

Cuéntame como estás de tu artritis y si has sido capaz de soportar la ausencia de nosotros. Yo sólo deseo que llegue pronto el momento de volver a reunirme contigo para contarte de mis progresos en el colegio y de las diabluras de Miguelito. Y lo más importante, te quiero mucho y me siento muy feliz cuando llega el cartero con noticias tuyas.

Contéstame pronto y envíame la foto tuya que me prometiste.

Se despide tu hija que te adora.



París, febrero de 1974
Amada hija:

Recibí tu cartita recién hoy en la noche. El mayordomo del edificio me la entregó cuando me disponía a tomar el ascensor. Aquí en el noveno piso parece que hiciera más frío, aunque mi cuarto es muy confortable. Pero París es así, las temperaturas son muy bajas en el invierno, sobre todo este año. Todo el mundo dice aquí que éste ha sido uno de los inviernos más crudos en mucho tiempo. Pero no te inquietes, que yo me las arreglo, y de la artritis ya ni me acuerdo. Debe ser porque mi preocupación por ahora, es reunirme con ustedes. ¿Cómo está la mamá?

Quiero que sepas que me entristeció mucho la noticia de Lulú. Nunca imaginé que algo así podía ocurrir. He pensado en ello casi todo el tiempo, desde que recibí tu carta. Sin embargo, pienso que lo de ella sea quizás, una separación transitoria, parecida a la nuestra. Como una página en blanco que sólo puede volver a dibujarse cuando regrese la primavera. Por ahora, junto con recordar a la pequeña Lulú, hay que prepararse para un largo invierno y rezar porque su familia haya salido adelante. Tal vez sus padres abandonaron la casa apurados y no alcanzaron a encargar su jardín. O quizá el cartero no quiere pasar por allí porque la gente cree que la familia está desaparecida, y así, se teja toda clase de especulaciones, como es natural en estos casos. Pienso que, no es bueno creer todo lo que se dice por ahí.

Mientras tanto, debes cultivar la esperanza. A lo mejor Lulú vive, y ella y su familia se reúnan de nuevo en algún lugar del mundo, tal como haremos nosotros cuando nuestro propio jardín vuelva a florecer. Estoy seguro de que los pajaritos volverán a cantar en tu ventana y que la pequeña Lulú nos volverá a hacer reír. Aunque es posible, después de todo, que la sigan rechazando en el club de Tobi, porque los niños serán siempre así. Ellos son los únicos que tienen derecho a no cambiar, si no lo quieren.

Tu padre, que te ama por sobre todas las cosas del mundo.

1 comentario:

Jannitto dijo...

Excelente.
Es bastante conmovedor, más aún sabiendo que lo escribió alguien que considero bastante hyperactiva, pero que conosco tan poco, que me sorprende cada vez que la veo xD.
Saludos varios, y algunos en "especial" xD.
PD: Nunca me enteré de los funerales de la pequeña Lulú. Debe ser que nací un poco tarde. Sus ideas nunca me fallaron.
A lo mejor por eso se suicidó... Se dio cuenta de que estaba creciendo, y cambiando. No soportó nuestra presión...
PD2: "widersel" me permitió publicar este comentario.